miércoles, febrero 19, 2020

ASESINO LEGAL EL VERDUGO


EL VERDUGO


1 Libro Autor Mario Ruiz Sanz
Editor Tirant Lo Blanch

PRIMERA EDICIÓN





Un retrato satírico


del asesino legal


su avatar




La sensación de un cadáver todavía tibio
puede suscitar varias hipótesis


De entre las más comunes, está la muerte
natural; incluso para las mentes más fabuladoras,
la posibilidad de un suicidio, o por
el contrario, de un asesinato


Si al lado del cuerpo inerme, aparece una
persona anónima, pero con ciertas señas
de identidad o ropajes al uso, acompañado
de algún instrumento para infligir un suplicio,
entonces ha de suponerse la presencia
de un brazo ejecutor de la ley, el ultimo
apéndice humano del proceso de castigo
legal más radical que ha conseguido pervivir
desde tiempos inmemoriales; sin ambages,
de la aplicación ineluctable de una pena de muerte


La figura del verdugo siempre ha
tenido un halo siniestro


En cambio, no solo la ley los ha protegido
de manera notoria, sino que la sintaxis
los continúa respetando


No más hay que comprobar algunas de las
definiciones que conserva el actual DICCIONARIO
DE LA LENGUA ESPAÑOLA, en el que se mantienen
dos acepciones relativas a este tipo de individuos:
una real, que se refiere a aquel: “Ministro
de justicia que ejecuta las penas de muerte
y en lo antiguo ejecutaba otras corporales;
como la de azotes, tormento, etc…”; y otra
en sentido figurado, que señala a una “persona
muy cruel o que castiga demasiado y sin piedad”


A fin de cuentas, ambas vienen a significar
lo mismo, sólo que la primera obsolencia,
tomada al pie de la letra, induce a pensar
que siendo responsable o colaborador de la
“justicia”, el verdugo es un ser justo,
cuando resulta todo lo contrario: un
oficio repugnante instituido para
eliminar a seres humanos


También el recurso a la etimología ofrece
pistas semánticas impagables


En su origen la palabra “verdugo” designaba
un tallo verde o brote arrancado de un árbol,
de lo que pasó a ser la vara; mimbre o
cualquier cosa flexible empleada para azotar


Ahora bien, lo más interesante es la evolución
metonímica del término, ya que la “parte”
acaba por convertirse en el “todo”: el personaje,
también llamado carnífice, mochín, oficial
o sayón, que ejecutaba las penas de azotes
y otros tormentos hasta la mortificación


Incluso resulta curioso que el “todo” vuelva
a reducirse a la “parte”, cuando se indica que
un verdugo es además la señal o roncha alargada,
coloreada e hinchada, que deja en el cuerpo
un golpe de azote, u otra forma de tortura


Juegos del lenguaje que siempre conducen
a ese mínimo común denominador, que es el ejercicio
de una profesión cruel y displicente, generalmente
repudiada por el pueblo


Los verdugos son el ejemplo más brutal de la
obediencia al Derecho llevada al límite del
paroxismo; amparan su actividad en la necesidad
de imponer castigos a los culpables de haber
cometido alguna conducta grave previamente
reprobada por el poder político


Es más, dan un esperpéntico, pero estratégico,
apoyo fáctico, reforzado los argumentos
dados por el Estado para la eliminación de
aquellos elementos subversivos que distorsionan
la paz o el orden público mediante un espectáculo
teatral grotesco, acompañado por la parafernalia
visual de algún instrumental inventando al efecto,
que va desde un simple látigo hasta la inyección
letal más sofisticada, ante los cuales el espectador
–directo o indirecto- sólo puede reaccionar
con una mezcla de terror y de asco


Ahora bien, y sin mayores pretensiones,
algo hay que discernir sobre el lado humano
de la pena capital, vista desde una perspectiva
diametralmente opuesta a la de la víctima real,
aunque a tenor de ciertas paradojas,
tal visión puede ser compartida


Por que, al fin y al cabo, todos somos, en
ocasiones, victimas o verdugos de nuestros
propios actos y de los ajenos


Más que seres buenos o malos, a veces
nos situamos ante el dilema de ser vencedores
o vencidos, héroes o villanos, agasajados
o ultrajados, reconocidos o ignorados


Lo más trágico sucede en aquellas situaciones
en las que se puede escoger, pero la
elección no resulta fácil


No hay tertium genus, siempre habrá
víctimas y verdugos; pero lo patético del
caso se da cuando convergen ambas posiciones,
y uno se convierte al mismo tiempo en víctima
de su conciencia y verdugo de su iniquidad


Frente al deseo imposible de Baudelaire,
cuando afirmaba que: “debe resultar
dulce ser alternativamente víctima y verdugo”,
se alza la más cruda realidad imaginada por
Borges, quizás preso de la impotencia:
“Pude haber sido un mártir, pero fui un verdugo…”


Fuera de tales reflexiones literarias,
y aparte de la crítica más o menos explícita
a la pena de muerte, hay un interrogante
que barrunta por toda la película EL VERDUGO,
y que además le imprime un enfoque no
sólo original, sino compasivo y esperanzador
sobre la compleja naturaleza humana:
¿es posible comprender con ternura al
ejecutor de un semejante?



"El verdugo" no sólo es una de las películas
más importantes de la cinematografía
española del siglo XX


También es un documento visual y sonoro
de la sociedad y la cultura de
los años cincuenta y sesenta


Sus inteligentes guiños a lo cotidiano,
marcados por el humor sarcástico, encubren
la crítica ácida y mordaz a la Dictadura Franquista


De hecho, el film tuvo serios problemas con
la censura, e incluso contribuyó a provocar
una crisis de gobierno


El pretexto: un cándido verdugo a punto de
jubilarse y su temeroso yerno que hereda
el cargo, en contraste con la realidad de los
ejecutadores oficiales que, por entonces,
cumplían las macabras órdenes del poder político



UN TEMA A CONSIDERAR DENTRO LA

PARAFERNALIA DE LA PENA

Y EL DELITO Y QUIEN CASTIGA



ÍNDICE:


Presentación


Ficha técnica


Sinopsis


El contexto y la oportunidad política


Un análisis simbólico de la película


Algo más sobre verdugos


¿Ejecutores del Derecho o víctimas del Estado?


Referencias generales




FICHA TÉCNICA:


1 Libro
76 páginas
En formato de 13 por 21 por 4 cm
Pasta delgada en color plastificado
Primera edición 2012
ISBN 9788490044896
Autor Mario Ruiz Sanz
Editor Tirant Lo Blanch




NOVEDAD

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EL VERDUGO

1 Libro Autor Mario Ruiz Sanz
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ALFONSO JAVIER MONÁRREZ RÍOS

Gracias a Google la oportunidad de publicar Gracias





EL VERDUGO

1 Libro Autor Mario Ruiz Sanz
Editor Tirant Lo Blanch

PRIMERA EDICIÓN 








Quedo a sus órdenes; gracias

1 comentario:

  1. EL VERDUGO RETRATO SATIRICO DEL ASESINO LEGAL

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    EL VERDUGO RETRATO SATIRICO DEL ASESINO LEGAL

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