EL VERDUGO
1 Libro Autor Mario Ruiz Sanz
Editor Tirant Lo Blanch
PRIMERA EDICIÓN
Un retrato satírico
del asesino legal
su avatar
La sensación de un cadáver todavía tibio
puede
suscitar varias hipótesis
De
entre las más comunes, está la muerte
natural;
incluso para las mentes más fabuladoras,
la
posibilidad de un suicidio, o por
el
contrario, de un asesinato
Si
al lado del cuerpo inerme, aparece una
persona
anónima, pero con ciertas señas
de
identidad o ropajes al uso, acompañado
de
algún instrumento para infligir un suplicio,
entonces
ha de suponerse la presencia
de
un brazo ejecutor de la ley, el ultimo
apéndice
humano del proceso de castigo
legal
más radical que ha conseguido pervivir
desde
tiempos inmemoriales; sin ambages,
de
la aplicación ineluctable de una pena de muerte
La
figura del verdugo siempre ha
tenido
un halo siniestro
En
cambio, no solo la ley los ha protegido
de
manera notoria, sino que la sintaxis
los
continúa respetando
No
más hay que comprobar algunas de las
definiciones
que conserva el actual DICCIONARIO
DE LA LENGUA ESPAÑOLA, en
el que se mantienen
dos
acepciones relativas a este tipo de individuos:
una
real, que se refiere a aquel: “Ministro
de
justicia que ejecuta las penas de muerte
y
en lo antiguo ejecutaba otras corporales;
como
la de azotes, tormento, etc…”; y otra
en
sentido figurado, que señala a una “persona
muy
cruel o que castiga demasiado y sin piedad”
A
fin de cuentas, ambas vienen a significar
lo
mismo, sólo que la primera obsolencia,
tomada
al pie de la letra, induce a pensar
que
siendo responsable o colaborador de la
“justicia”,
el verdugo es un ser justo,
cuando
resulta todo lo contrario: un
oficio
repugnante instituido para
eliminar
a seres humanos
También
el recurso a la etimología ofrece
pistas
semánticas impagables
En
su origen la palabra “verdugo” designaba
un
tallo verde o brote arrancado de un árbol,
de
lo que pasó a ser la vara; mimbre o
cualquier
cosa flexible empleada para azotar
Ahora
bien, lo más interesante es la evolución
metonímica
del término, ya que la “parte”
acaba
por convertirse en el “todo”: el personaje,
también
llamado carnífice, mochín, oficial
o
sayón, que ejecutaba las penas de azotes
y
otros tormentos hasta la mortificación
Incluso
resulta curioso que el “todo” vuelva
a
reducirse a la “parte”, cuando se indica que
un
verdugo es además la señal o roncha alargada,
coloreada
e hinchada, que deja en el cuerpo
un
golpe de azote, u otra forma de tortura
Juegos
del lenguaje que siempre conducen
a
ese mínimo común denominador, que es el ejercicio
de
una profesión cruel y displicente, generalmente
repudiada
por el pueblo
Los
verdugos son el ejemplo más brutal de la
obediencia
al Derecho llevada al límite del
paroxismo;
amparan su actividad en la necesidad
de
imponer castigos a los culpables de haber
cometido
alguna conducta grave previamente
reprobada
por el poder político
Es
más, dan un esperpéntico, pero estratégico,
apoyo
fáctico, reforzado los argumentos
dados
por el Estado para la eliminación de
aquellos
elementos subversivos que distorsionan
la
paz o el orden público mediante un espectáculo
teatral
grotesco, acompañado por la parafernalia
visual
de algún instrumental inventando al efecto,
que
va desde un simple látigo hasta la inyección
letal
más sofisticada, ante los cuales el espectador
–directo
o indirecto- sólo puede reaccionar
con
una mezcla de terror y de asco
Ahora
bien, y sin mayores pretensiones,
algo
hay que discernir sobre el lado humano
de
la pena capital, vista desde una perspectiva
diametralmente
opuesta a la de la víctima real,
aunque
a tenor de ciertas paradojas,
tal
visión puede ser compartida
Por
que, al fin y al cabo, todos somos, en
ocasiones,
victimas o verdugos de nuestros
propios
actos y de los ajenos
Más
que seres buenos o malos, a veces
nos
situamos ante el dilema de ser vencedores
o
vencidos, héroes o villanos, agasajados
o
ultrajados, reconocidos o ignorados
Lo
más trágico sucede en aquellas situaciones
en
las que se puede escoger, pero la
elección
no resulta fácil
No
hay tertium genus, siempre habrá
víctimas
y verdugos; pero lo patético del
caso
se da cuando convergen ambas posiciones,
y
uno se convierte al mismo tiempo en víctima
de
su conciencia y verdugo de su iniquidad
Frente
al deseo imposible de Baudelaire,
cuando
afirmaba que: “debe resultar
dulce
ser alternativamente víctima y verdugo”,
se
alza la más cruda realidad imaginada por
Borges,
quizás preso de la impotencia:
“Pude
haber sido un mártir, pero fui un verdugo…”
Fuera
de tales reflexiones literarias,
y
aparte de la crítica más o menos explícita
a
la pena de muerte, hay un interrogante
que
barrunta por toda la película EL VERDUGO,
y
que además le imprime un enfoque no
sólo
original, sino compasivo y esperanzador
sobre
la compleja naturaleza humana:
¿es
posible comprender con ternura al
ejecutor
de un semejante?
"El
verdugo" no sólo es una de las películas
más
importantes de la cinematografía
española
del siglo XX
También
es un documento visual y sonoro
de
la sociedad y la cultura de
los
años cincuenta y sesenta
Sus
inteligentes guiños a lo cotidiano,
marcados
por el humor sarcástico, encubren
la
crítica ácida y mordaz a la Dictadura Franquista
De
hecho, el film tuvo serios problemas con
la
censura, e incluso contribuyó a provocar
una
crisis de gobierno
El
pretexto: un cándido verdugo a punto de
jubilarse
y su temeroso yerno que hereda
el
cargo, en contraste con la realidad de los
ejecutadores
oficiales que, por entonces,
cumplían
las macabras órdenes del poder político
UN TEMA A CONSIDERAR
DENTRO LA
PARAFERNALIA DE LA
PENA
Y EL DELITO Y QUIEN CASTIGA
ÍNDICE:
Presentación
Ficha
técnica
Sinopsis
El
contexto y la oportunidad política
Un
análisis simbólico de la película
Algo
más sobre verdugos
¿Ejecutores
del Derecho o víctimas del Estado?
Referencias
generales
FICHA TÉCNICA:
1
Libro
76
páginas
En
formato de 13 por 21 por 4 cm
Pasta
delgada en color plastificado
Primera
edición 2012
ISBN
9788490044896
Autor
Mario Ruiz Sanz
Editor
Tirant Lo Blanch
NOVEDAD
DISTRIBUIDOR
A B C EDICIONES
Si es de su
agrado está espléndida obra:
EL VERDUGO
1
Libro Autor Mario Ruiz Sanz
Editor
Tirant Lo Blanch
PRIMERA
EDICIÓN
Se puede
comunicar al Teléfono: 66717146961
aquí en
Culiacán,
Sinaloa, México
Teléfono 6677-146961 Solo en
México
Teléfono
celular: (Culiacán, Sinaloa, México)
(México) -6671-985765
Tenemos entrega
a domicilio en México
por varias
mensajerías; puede usted indicarnos
cuál sería la
de sus deseos
Para
envíos internacionales favor de
pedir
su cotización
Anotando
el título de su interés, el código
postal
o el nombre de la
Ciudad
en donde llegaría su petición
REALIZAMOS ENTREGAS EN ESTA CIUDAD
DE CULIACAN; FAVOR DE INDICARNOS EL DOMICILIO
Versión en
PDF no se maneja
Tenemos
asistencia telefónica desde las
10:00 A.M,
hasta las 10:00 P.M.
en horario
del Pacífico
Puede comunicarse
en el WhatsApp:
6671-98-57-65
Mayor
información en:
Aquí en la
Ciudad de Culiacán, Sinaloa, México
Avenida
Jesús Terán número: 1747;
Fraccionamiento
Nuevo Culiacán
Código
Postal 80170
Entre:
Bahía de Agiabampo y Bahía de San Ignacio
Sin
representantes dentro; o, fuera de nuestro País
ALFONSO
JAVIER MONÁRREZ RÍOS
Gracias a
Google la oportunidad de publicar Gracias
EL VERDUGO
1
Libro Autor Mario Ruiz Sanz
Editor
Tirant Lo Blanch
PRIMERA
EDICIÓN
Quedo a sus órdenes; gracias
EL VERDUGO RETRATO SATIRICO DEL ASESINO LEGAL
ResponderEliminarGracias, estamos listos para atender su petición en el Teléfono: 6677-146-961. Teléfono: 800-832-7697 llamada gratis en nuestro país
CELULAR + 6671 – 985 - 765
En el correo: alfonsomonarrez@gmail.com
EL VERDUGO RETRATO SATIRICO DEL ASESINO LEGAL