miércoles, abril 10, 2019

SIN LITERATURA NO HAY DERECHO


SIN LITERATURA NO HAY DERECHO

1 Libro Coordinador/a: Gerardo Laveaga
Autor/es: Orestes Aguilar, Héctor Ángel Gilberto Adame Israel Alvarado Martínez Luis Arroyo Zapatero César Astudillo Reyes Maliyel Beverido Duhalt Eber Betanzos Torres Bernardo Bolaños Guerra Miguel Bonilla López Carmen Boullosa Miguel Carbonell José Ramón Cossío Díaz José Mario de la Garza Marroquín Sergio García Ramírez Armando González Torres Sergio González Rodríguez Ricardo Guzmán Wolffer Jorge Alberto Lara Rivera Gerardo Laveaga Mónica Lavín Alberto Mansur Jorge Nader Kuri Alberto Enrique Nava Garcés Santiago Nieto Castillo Mitzi Alethia Pichardo Estrada Iliana Rodríguez Santibáñez Andrés Roemer Ricardo Salgado Perrilliat Francisco Javier Camacho Romero Ulises Schmill Ordóñez Sergio Alonso Rodríguez José Manuel Villalpando Jorge Volpi
Editor Tirant Lo Blanch

PRIMERA EDICIÓN 2017





Trazar rumbos, señalar horizontes, siempre exige
un relato: ¿qué se pretende con un cuerpo de normas?
¿Orden? ¿Bien común? ¿Felicidad?
¿Para qué? ¿Para alcanzar una sociedad ideal?
¿Y cómo debe ser esa sociedad? ¿Debe gobernarla un sabio?
¿Debe estar regida por un grupo de clérigos iluminados?
¿Quién maquila las leyes puede aplicarlas?
Todo esto implica utopías. Para ir tras ellas,
para obedecer las disposiciones jurídicas que pretenden
ayudarnos a alcanzarlas, hace falta un cuento ?
¿Ideales?, decimos de modo solemne


Las personas van a la guerra en nombre de un dios
o de una nación? ¿ficciones ambas?  y ponen bombas
en aras de otras ficciones a las que denominan
igualdad o libertad? Gerardo Laveaga



invitación a la lectura:



“No hay hechos” escribió Nietzsche;
“solo interpretaciones”. Tenía razón

La realidad no es sino la interpretación
que hacemos de nuestro entorno

Llamamos sol, marrón o frío a lo que, hoy día,
conocemos como tales, aunque cada lengua
utilice términos diferentes

La sociedad ha ido definiendo lo que es y no es

A esto se refiere el concepto construcción de la realidad


Así lo entendieron los judíos hace 1,200 años,
cuando nos refirieron en el Génesis, como Adán
puso nombre “a todos los animales
y a las aves de los cielos”

Un caballo fue caballo hasta que alguien lo llamó
así y los demás aceptaron el término

Si Adán hubiera denominado ardilla a los que hoy
llamamos caballo, hoy montaríamos
ardillas e iríamos a verles correr

Lo mismo podría decidirse de una
cascada o un terremoto

También lo comprendió Platón, hace más de 2,350 años,
cuando sugirió, en el Crátilo, que eran las palabras
las que daban sentido a esta realidad

Jorge Luis Borges sintetizó esta idea en el Gólem:
“Si (como afirma el griego en el Cratilo)
El nombre es arquetipo de la cosa
En las letras de rosa está la rosa
Y todo el Nilo es la palabra Nilo”

Pero si para designar una flor o un río no suele
haber dificultades, hay otras palabras en las que
es más difícil ponerse de acuerdo: bien,
maldad o belleza, por ejemplo

Esto lo saben los filósofos, los lingüísticas y, más
que nadie, los legisladores, a la hora en que
tienen que elaborar leyes para regir la conducta
de los individuos que integran su comunidad

Vincenzo Ferrari afirma que tres son las funciones
del derecho: orientar a la sociedad – determinar
los valores que ésta debe perseguir-; legitimar
el poder público y resolver los conflictos que

deriven de la convivencia social

Si estamos de acuerdo con él, habría que admitir,
también, que no puede existir el Derecho sin relato

El Derecho es un producto cultural –por más
que acabe por expresarse en normas positivas-
y cada disposición jurídica tiene su historia

Un proceso de aceptación

Los valores de una sociedad, que hoy se dan por
supuestos , no siempre lo fueron… y nada
garantiza que lo sigan siendo

Conceptos como verdad o justicia han sido
forjándose a lo largo de los siglos

En pleno siglo XXI, siguen ampliándose

Si hace algunos años nos preguntábamos si
una mujer debía gozar de las mismas prerrogativas
de un hombre, o sí un hombre libre tenía
derecho a adquirir un esclavo , hoy nos preguntamos
si tenemos derecho a disponer de nuestra propia
vida, a vender uno de nuestros riñones o a consumir
carne de una vaca luego de haberla
sacrificado con ese fin

Trazar rumbos exige historias

¿Qué se pretende con un cuerpo de normas?
¿Orden?
¿Bien común?
¿Felicidad?
¿Para qué?
¿Para alcanzar una sociedad ideal?
¿Y cómo debe ser esa sociedad?
¿ ¿Debe gobernarla un sabio?
¿Debe estar regida por un grupo de clérigos iluminados?
¿Quién maquila las leyes puede aplicarlas?

Todo esto implica utopías

Para ir tras ellas, para obedecer las disposiciones
jurídicas que pretenden ayudarnos
a alcanzarlas, hace falta un cuento

“Ideales”, decimos de modo solemne:
Las personas van a la guerra en nombre de
un dios o de una nación – ficciones ambas-
y ponen bombas en aras de otras fricciones
a las que denominan igualdad o libertad

En el siglo XXI –como comúnmente ocurrió
en la prehistoria, antes de que se inventara
la escritura-, a los niños se les refieren fábulas
donde los personajes dan ejemplo de valor,
generosidad u honradez, valores que deben
cultivar si quieren formar parte de cierta comunidad

En cuanto a la legitimación del poder –segunda
función del derecho- hoy podemos a decir que
esta deriva de un mandato popular

La afirmación, desde luego, es tan ficticia como
lo fue la supremacía de la raza blanca, el dominio
que el varón debía ejercer sobre las mujeres
o el derecho divino de los reyes

Todas son fábulas

Volviendo a la Biblia, ésta nos relata en el Éxodo
cómo, tras escribir de Egipto y burlar al ejército
del faraón, Moisés condujo a su
pueblo hasta el desierto

Ahí, Yahvé le ordeno que subiera a la cima
del monte Sinaí donde le dicto
diez mandamientos perentorios

Entre ellos, no matar, no robar y no
dar falso testimonio contra el prójimo

No era Moisés quien ordenaba esto sino Dios

Quinientos años antes, el rey babilonio
Hammurabi recibió instrucciones semejantes:
no de Yahvé sino de Marduck, quien lo
encomendó administrar justicia para su pueblo

Al efecto, le entregó un código con 282
disposiciones jurídicas, entre las que hoy
recordamos éstas: “Si un señor ha desprendido
(de un golpe) uno de sus dientes”

Hammurabi explica al final del código que fueron
los dioses quienes lo eligieron; que él sólo fue
su instrumento: “ el pastor salvador, cuyo cetro es justo”

Quizás los babilonios no habrían aceptado estas
disposiciones si él hubiera anunciado:
“Estos son las leyes que yo urdí y ustedes
deben acatarlas sin chistar”

350 años atrás –en el 2014 a. c.-, un monarca
de Ur, inspirado por nanna, dios de la Luna,
hizo algo semejante y nos legó el más antiguo
de los ordenamientos jurídicos que se
conocen a la fecha: el código de Shulgi

Hoy hablamos, en términos técnicos, de una
exposición de motivos, de la obligación de
fundar y motivar pero ¿cómo se exponían
los motivos, cómo se fundaba y motivaba
en otras épocas si no era a través de historias
que exaltarán la imaginación, de aquellos
que deben acatar la ley?

Esta se funda en creencias y miedos,
en sueños, ambiciones y en la cambiante
interpretación de la realidad

En su estupendo libro LA INVENCIÓN DE LOS
DERECHOS HUMANOS, Lynn Hunt describe
cómo las novelas fueron moldeando los sentimientos
de las personas y provocaron que los ricos sintieran
empatía hacia las criadas ultrajadas o los
sirvientes mutilados: “¿Puede ser casualidad
que las tres novelas de identificación psicológica
más importantes del siglo XVIII –PAMELA (1740)
y CLARISA (1748), de Richardson, y Julia (1761),
de Rousseau  -fueron publicados en el periodo
que precedió inmediatamente a la aparición
de conceptos de derechos del hombre?”

En cuanto a zanjar los conflictos que deriven
de la interpretación de la ley, la Literatura
es rica en ejemplos sobre los jueces

Primero para legitimarlos y, luego, para socializar
–si vale el término- los problemas que han
enfrentado estos juzgadores

Se dice fácil. No lo es. Para dirimir las dificultades
jurídicas que derivan de un contrato de compraventa
o de matrimonio –ambas figuras urdidas por
la imaginación de quienes organizaron a la sociedad
desde los tiempos más antiguos –es preciso que
los afectados acepten la tarea del juez pero,
también –y este sería previo-, que la conozcan
y comprendan sus alcances

Antígona; que resuelve enterrar a su hermano
muerto , pese a la prohibición legal; el rey
Salomón, que ordena partir a un crío por la mitad;
el juez de EL MERCADER DE VENECIA, que se ve
imposibilitado de atender la demanda de Shylock;
la condena del ingenuo marinero Billy Budd;
los personajes de HEREDERÁS EL VIENTO,
que debaten en un tribunal qué debe y
que no debe enseñarse en las escuelas, o los
DOCE HOMBRES EN PUGNA, que discuten
si lo condenan a la pena de muerte a un acusado
son, todos ellos, producto de la necesidad de
preguntarnos por el sentido de la justicia y
para hacer accesible el Derecho a las personas

¿Cómo discernir con éxito un conflicto si no
se ha vivido este, así sea en cabeza ajena?

Lo mismo podría aducirse de los abogados:
CASA DESOLADA, de Dickens, las novelas de Kafka
 los thrillers de Grisham son modelo de
este laboratorio en distintas épocas

Sin ellas, quizás ni siquiera resultaría atractivo
dedicarse a las profesiones jurídicas

Por todo esto, no puede entenderse el derecho
sin Literatura, por más que, en nuestra época,
ésta se haya su subsumido en el
cine o las redes sociales

La creación, aplicación e interpretación
del derecho depende de la comprensión y
aceptación de una comunidad a las normas que las rigen

En el presente trabajo, se dan cita una treintena
de escritores y abogados que, desde su propia
perspectiva –la ficción, la academia, la judicatura,
el litigio… -exploran las intersecciones
entre Derecho y Literatura

Son más, muchas más de lo que
pudiéramos imaginar

No es casual que, a lo largo de la historia,
incontables novelistas, ensayistas, dramaturgos
y poetas hayan iniciado su carrera
en el ámbito jurídico

Hay que celebrar pues, la iniciativa de José Ramón Cossío,
de El Código nacional y de la editorial Tirant lo Blanch,
para lanzar una colección que permita a los lectores
examinar el derecho desde diversos ángulos

La literatura es quizás, el más olvidado
y el más relevante de ellos

Lo anterior escrito en su presentación por
Gerardo Laveaga en su carácter de coordinador de
LITERATURA Y DERECHO

ÍNDICE:

Invitación a la lectura

1.         Kafka y la ciencia jurídica
Ángel Gilberto Adame

2.         La disposición sobre el cuerpo humano
Israel Alvarado Martínez

3.         Narrar el mal para prevenirlo
Luis Arroyo Zapatero

4.         El mercader de Venecia y los derechos humanos
César Astudillo Reyes

5.         Editoriales cartoneras
Maliyel Beverido Duhalt

6.         El Derecho en los textos literarios
Eber Betanzos Torres

7.         Dos novelistas críticos del Derecho en México y Estados Unidos         
Bernardo Bolaños Guerra

8.         La mejor respuesta posible de Aulis Aarnio         
Miguel Bonilla López

9.         Orfeo, Eva y un puño de Evas de Pilón
Carmen Boullosa
10.       Lo que la Literatura puede enseñar a los abogados
Miguel Carbonell

11.       Patria y los límites sociales del Derecho
José Ramón Cossío Díaz

12.       La legalidad viene de noche           
José Mario de la Garza Marroquín

13.       La muerte: entre leyes y letras
Sergio García Ramírez

14.       Un idilio difícil
Armando González Torres

15.       Derecho y Literatura           
Sergio González Rodríguez †

16.       Scerbanenco, el escrutador
Ricardo Guzmán Wolffer

17.       El tribunal electrónico de Papini
Jorge Alberto Lara Rivera

18.       Dante y la política criminal
Gerardo Laveaga

19.       La ficción y la justicia          
Mónica Lavín

20.       Atticus           
Alberto Mansur

21.       El defensor
Jorge Nader Kuri

22.       La casa de la palabra           
Alberto Enrique Nava Garcés

23.       Los miserables y el Derecho
Santiago Nieto Castillo

24.       En Renania: inicios literarios de Carl Schmitt
Héctor Orestes Aguilar

25.       Desde la isla desconocida
Mitzi Alethia Pichardo Estrada

26.       La novia liberada y el conflicto árabe-israelí
Iliana Rodríguez Santibáñez

27.       Selección natural en el Derecho y la Literatura
Andrés Roemer

28.       El Derecho en la Literatura
Ricardo Salgado Perrilliat
Francisco Javier Camacho Romero

29.       Desentrañando una metáfora
Ulises Schmill Ordóñez

30.       Derecho y Literatura post-apocalíptica
Sergio Alonso Rodríguez

31.       Maximiliano ante sus jueces          
José Manuel Villalpando

32.       El Derecho penal a los ojos de un novelista         
Jorge Volpi

FICHA TÉCNICA:


1 Libro
1 Libro Electrónico gratis en su adquisición
280 páginas
Pasta delgada en color plastificada
Primera edición 2017
ISBN 9788491693383
1 Libro Coordinador/a: Gerardo Laveaga
Autor/es: Orestes Aguilar, Héctor Ángel Gilberto Adame Israel Alvarado Martínez Luis Arroyo Zapatero César Astudillo Reyes Maliyel Beverido Duhalt Eber Betanzos Torres Bernardo Bolaños Guerra Miguel Bonilla López Carmen Boullosa Miguel Carbonell José Ramón Cossío Díaz José Mario de la Garza Marroquín Sergio García Ramírez Armando González Torres Sergio González Rodríguez Ricardo Guzmán Wolffer Jorge Alberto Lara Rivera Gerardo Laveaga Mónica Lavín Alberto Mansur Jorge Nader Kuri Alberto Enrique Nava Garcés Santiago Nieto Castillo Mitzi Alethia Pichardo Estrada Iliana Rodríguez Santibáñez Andrés Roemer Ricardo Salgado Perrilliat Francisco Javier Camacho Romero Ulises Schmill Ordóñez Sergio Alonso Rodríguez José Manuel Villalpando Jorge Volpi
Editor Tirant Lo Blanch




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PRIMERA EDICIÓN 2017

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Entre: Bahía de Agiabampo y Bahía de San Ignacio

Sin representantes dentro; o, fuera de nuestro País

ALFONSO JAVIER MONÁRREZ RÍOS

Agradecemos a Google la oportunidad de publicar Gracias




SIN LITERATURA NO HAY DERECHO

1 Libro Coordinador/a: Gerardo Laveaga
Autor/es: Orestes Aguilar, Héctor Ángel Gilberto Adame Israel Alvarado Martínez Luis Arroyo Zapatero César Astudillo Reyes Maliyel Beverido Duhalt Eber Betanzos Torres Bernardo Bolaños Guerra Miguel Bonilla López Carmen Boullosa Miguel Carbonell José Ramón Cossío Díaz José Mario de la Garza Marroquín Sergio García Ramírez Armando González Torres Sergio González Rodríguez Ricardo Guzmán Wolffer Jorge Alberto Lara Rivera Gerardo Laveaga Mónica Lavín Alberto Mansur Jorge Nader Kuri Alberto Enrique Nava Garcés Santiago Nieto Castillo Mitzi Alethia Pichardo Estrada Iliana Rodríguez Santibáñez Andrés Roemer Ricardo Salgado Perrilliat Francisco Javier Camacho Romero Ulises Schmill Ordóñez Sergio Alonso Rodríguez José Manuel Villalpando Jorge Volpi
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PRIMERA EDICIÓN 2017






Quedo a sus órdenes; gracias




1 comentario:

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