domingo, octubre 31, 2021

NUEVOS PERFILES CRIMINALES

 

NUEVOS PERFILES CRIMINALES

1 Libro Autor Vicente Garrido Editor Ariel

PRIMERA EDICIÓN 2012

EDICIÓN ACTUALIZADA 2020

 

LIBRO POR ENCARGO

Los mayores desafíos de la investigación criminal

¿Cómo se convierte una persona en un asesino en serie?

¿Cuáles son las técnicas de neutralización con las que justifica sus actos? ¿Cómo ha evolucionado la investigación criminal desde sus inicios hasta ahora?

El lector: NUEVOS PERFILES CRIMINALES; de este libro tendrá una experiencia compleja ante el paseo por el valle de las sombras del ser humano y el esfuerzo de los criminólogos forenses y policías por atrapar a los culpables

 Esta obra: NUEVOS PERFILES CRIMINALES; que huye de tecnicismos, nos ofrece una panorámica de los diferentes perfiles criminales y de la técnica del perfil criminológico como herramienta orientada a facilitar la investigación y la captura de los asesinos seriales

Los estudiantes y profesionales de la criminología hallarán conceptos, teorías y análisis de casos que pueden completar su formación

Y el público general conocerá uno de los campos más apasionantes de la criminología forense, aquella que elabora perfiles de los asesinos desconocidos, al tiempo que se familiariza con la conducta criminal y la mentalidad de diversos tipos de delincuentes

 

¿Quién es el autor?

 

VICENTE GARRIDO GENOVÉS

 

Vicente Garrido es catedrático acreditado de Criminología en la Universidad de Valencia, así como una de las autoridades más reconocidas en el ámbito de la criminología violenta. Ha sido consultor de Naciones Unidas y ha asesorado en diferentes casos a la policía y la Administración de Justicia. Entre sus libros destacan El rastro del asesino, Cara a cara con el psicópata, Los hijos tiranos, Asesinos múltiples y Nuevos perfiles criminales

AQUÍ UNA MUESTRA DEL DESARROLLO

DEL LIBRO MEDIANTE EL CAPÍTULO PRIMERO

 

Capítulo 1

Psicópatas, asesinos y violadores en serie

Psicópatas

La psicopatía representa un cuadro clínico clasificado como un

trastorno de personalidad, que incluye un conjunto de rasgos de

naturaleza interpersonal, afectiva, conductual (estilo de vida) y antisocial

En el ámbito interpersonal, los psicópatas se caracterizan

por poseer encanto superficial, narcisismo o grandioso sentido de

la autoestima, mentir de manera patológica y emplear con maestría la

manipulación y el engaño. Por lo que respecta a la faceta afectiva,

destaca la falta de sentimientos de culpa, la ausencia de empatía y

las emociones superficiales, junto con la incapacidad de responsabilizarse de los actos cometidos

En la faceta de la conducta o del estilo de vida predomina la irresponsabilidad en el cumplimiento de las obligaciones, la búsqueda de excitación, la impulsividad, la falta de metas realistas y un ánimo de vivir a costa de los demás (vida parásita)

Finalmente, en la faceta antisocial, los psicópatas muestran una notable falta de autocontrol, problemas precoces de conducta, delincuencia juvenil, una amplia versatilidad delictiva y el quebrantamiento frecuente de las condiciones de la libertad vigilada o condicional

Los psicópatas que presentan un historial criminal ya desde jóvenes son los más activos, los que cometen delitos más graves, los más versátiles

De entre los delincuentes conocidos por la policía y la justicia, estos son los que tienen mayor riesgo de reincidencia, los que peor funcionan en los programas de tratamiento

Muchas veces su comportamiento desafiante aparece incluso mientras cumplen pena de prisión, al generar numerosos conflictos con los otros presos y con los funcionarios

Estos psicópatas identificados como tales son muy impulsivos, abusan generalmente del alcohol y de las drogas, y prolongan su carrera delictiva más allá de los 40 años

Dejan de delinquir al ser demasiado viejos para el crimen, o cuando las drogas les dejan en condiciones precarias, o bien, si tienen suerte, porque algún familiar o institución les permiten algún retiro donde la violencia ya no les aporta gran cosa Anglés, el asesino desaparecido de las niñas de Alcácer, es un buen ejemplo, así como Pedro Jiménez, que mató a dos jóvenes policías en prácticas aprovechando un permiso del que disfrutaba cuando ya estaba terminando su condena

Los psicópatas –integrados- son otra cosa

Estos individuos tienen un mejor control de los impulsos, planifican más, y cuando al fin deciden delinquir tienen muy claro que merece la pena correr

los riesgos con tal de lograr sus propósitos

Puede ser dinero, propiedades, librarse de alguien incómodo,

vengarse de un agravio...

Nadie se espera esa violencia porque no tienen antecedentes penales (o al menos estos no son por delitos graves), trabajan y muchas

veces tienen una familia

Sin embargo, el núcleo de la personalidad

de ambos es el mismo: falta de empatía, emociones superficiales,

profundo egocentrismo, acentuado narcisismo... Las diferencias

radican en que el psicópata criminal (no integrado) ha ejercido el

delito desde joven, probablemente porque sus ansias hedonistas, su

deseo de gratificación inmediata y su impulsividad y deseo de vivir

situaciones límites le llevaron muy pronto a quebrantar las leyes y

a explotar a los demás

Los psicópatas integrados manipulan mejor,

tienen menos necesidad de vivir al filo de la navaja y han tenido el

suficiente autocontrol como para llegar a adultos respetando las leyes

Muchos psicópatas integrados —la mayoría— no son delincuentes,

por más que su compañía sea fuente de dolor para quienes

les rodean, debido a su comportamiento amoral y a su deseo de

obtener poder y privilegios con los que satisfacer su narcisismo.

Pero algunos, por razones que aún no se conocen, explotan con un

gran acto de violencia en edad ya bien adulta,

por una razón claramente precisa en sus mentes,

generalmente buscando algo: dinero,

sexo, mayor autonomía vital y poder

Si esa explosión violenta surge la muerte sucesiva de varias personas estamos frente a un asesino en serie, como es el caso del celador de Olot, responsable de la muerte de 11 ancianas a las que cuidaba en una residencia, el de Remedios Sánchez —una cocinera que mató a tres mujeres mayores en Barcelona— o el apodado por la prensa Falso monje shaolín, quien asesinó en un breve plazo de tiempo a dos mujeres, por citarlos tres últimos casos de asesinos en serie aparecidos en España

En contra de lo que la gente cree, los asesinos seriales no tienen por qué ser particularmente inteligentes: basta con que sean discretos y adopten unas mínimas precauciones; en el fondo cuentan con la ventaja de que la gente normal no espera que nadie mate ancianas en un geriátrico o en sus casas aprovechando que se les invita a tomar café, ni tampoco esperas que un conocido –maestro- en artes marciales en toda España torture y mate a una mujer contratada como prostituta

Y, lo que quizá sea más importante, los asesinos seriales son difíciles de capturar porque sus víctimas son desconocidas, lo que complica mucho la investigación, que suele encontrar sus mayores cauces de información mediante el examen del entorno con el que se relacionaba la víctima

La inteligencia de los psicópatas asesinos seriales Precisamente, un reciente estudio realizado por Terence Leary y su grupo, de la Universidad de la Costa del Golfo de Florida, se propuso averiguar, de una vez por todas, qué hay de verdad en la creencia extendida de que los psicópatas asesinos en serie son criminales inteligentes

En realidad, esta creencia viene de antiguo, porque algunos de los primeros grandes investigadores que se ocuparon de su estudio los describieron como personas inteligentes, como Philipe Pinel (1801), Benjamín Rush (1816) en el siglo xix y, ya modernamente, el más importante analista de la psicopatía del siglo xx (Hervey Cleckley), así como los principales investigadores del FBI que ayudaron a crear la moderna metodología del perfil criminológico, como John Douglas, Robert Ressler y Ann Burgess

Antes de seguir adelante, es necesario recordar que, como se podrá deducir de lo escrito anteriormente, los términos –psicópata- y -asesino en serie- no son sinónimos, toda vez que sabemos que una muy pequeña parte de los psicópatas son criminales, y dentro de estos, solo una parte ínfima actúan como asesinos seriales

Sin embargo, sí se podría decir que la gran mayoría de los asesinos en serie son psicópatas, aunque no todos ellos, porque algunos tienen enfermedades propias de la psicosis, y otros presentan otras configuraciones de personalidad

Entonces podemos enfrentarnos al problema de la mayor o menos inteligencia de los asesinos en serie de dos formas

La primera es viendo qué dice la investigación acerca de las diferencias entre psicópatas y no psicópatas. En general, la respuesta que tenemos a esta cuestión es que no existe relación entre la psicopatía y la inteligencia, es decir, que un psicópata puede ser más o menos inteligente como cualquier otro ciudadano que no posea esta condición

La segunda forma de resolver esta cuestión es centrándonos en estudiar la inteligencia de los asesinos en serie, que sabemos que en su mayoría son psicópatas

Si somos capaces de comprobar que estos tienen una inteligencia mayor que la de otros tipos de criminales, o bien, que la gente de la población no delincuente, entonces podríamos afirmar que los asesinos en serie con criminales inteligentes

Sobre esta segunda cuestión apenas tenemos investigación, más allá de estudios de casos o algunas aseveraciones no del todo bien fundamentadas en archivos, como por ejemplo la que permitió a los agentes del FBI considerar a los llamados -asesinos organizados- como inteligentes, a diferencia de los asesinos –desorganizados-

Así pues, Leary y su grupo se pusieron a revisar la base de datos de asesinos en serie Radford alojada en la Universidad de la Costa del Golfo de Florida, que cubre los casos conocidos desde 1950 hasta la actualidad, y pudieron obtener 303 sujetos acerca de los cuales existía en sus registros su coeficiente de inteligencia

Luego, comprobaron tres cosas:

1. Si los criminales organizados tenían una inteligencia mayor que los desorganizados, como plantea el modelo del FBI

2. Si los asesinos en serie como grupo obtienen un valor

promedio mayor que el de la población en general

3. Si se podía observar diferencias entre grupos de asesinos seriales definidos por su motivación para cometer los crímenes

Por razones de muestreo, solo se tuvieron en cuenta los siguientes motivos: beneficio económico; gratificación sexual, y gratificación ajena a lo sexual

Los resultados fueron los siguientes:

En promedio, los asesinos en serie tienen una inteligencia menor en casi 7 puntos (93,23) en comparación con la población general (cuya media es 100). Ahora bien, si tomamos los valores de inteligencia en su nivel más elevado (CI>123) o más bajo (CI<70), entonces se observa que los asesinos seriales tienen casi cinco veces más sujetos en la categoría alta que los sujetos de la población, aunque en cambio tienen siete veces más probabilidades de tener individuos en el rango más bajo de la inteligencia.

Por lo que respecta a la diferencia entre los organizados y los desorganizados, la adscripción del rasgo de la inteligencia a los primeros estaba bien fundamentada: su CI superó en 10 puntos a los desorganizados (99,93 versus 89,60)

Finalmente, los criminales que mataron por disfrutar, es decir, por saciar una compulsión y obtener una gratificación interna o psicológica, eran más inteligentes (96,5) que los que mataban por razones financieras (86,84). Y entre los que mataron por la gratificación emocional, los que lo hacían por razones sexuales tenían una inteligencia menor (93,07) que los que buscaban una gratificación sin el componente sexual (104,60)

En resumen, de esta investigación tan novedosa se pueden sacar las siguientes conclusiones

En primer lugar, como grupo, los asesinos en serie no son más inteligentes que la media poblacional; si acaso, son un poco menos inteligentes, aunque claramente dentro de lo que se puede entender inteligencia promedio o –normal-

En segundo lugar, que es cierto que sí que hay asesinos seriales que son muy inteligentes, y de hecho entre los asesinos el porcentaje de sujetos que están dentro de la categoría de inteligencia –superior- alcanza al 10,6% del total, frente al 2,2% de la población general

En compensación, también hay más asesinos que sujetos de la población en la categoría más inferior de la inteligencia (15,2% versus

2,2%). Y, finalmente, que los más inteligentes de todos, como grupo, son los que buscan satisfacer su compulsión de matar sin necesidad de violar a sus víctimas

Adaptados para el asesinato

En resumen, los estudios sobre psicopatía describen a una persona que es egocéntrica y motivada por obtener solo sus propios intereses, utilizando a la gente como un medio para conseguir sus fines, sin remordimiento alguno por actuar así ya que carece de empatía

Este tipo de trastorno de personalidad tiene una entidad propia, y a través de las culturas y del tiempo se han realizado investigaciones que revelan su presencia en la humanidad desde tiempos inmemoriales

De lo dicho hasta ahora se entiende que la psicopatía es una condición estrechamente unida con la violencia, y en particular con los crímenes violentos

Una condición que puede albergar mentes muy brillantes

De acuerdo con los resultados observados, podríamos convenir con estos pioneros de la psicopatía de los siglos XIX y XX que lo que hace temible a una parte de los asesinos en serie es la combinación de rasgos como inteligencia, narcisismo, capacidad de manipulación, falta de empatía y de conciencia (sentimiento de pesar y culpa), todo lo cual se pone al servicio de una compulsión homicida que les proporciona un sentimiento sin parangón de control y poder

En otras palabras, los psicópatas criminales y asesinos en serie son los seres humanos más peligrosos que existen, y si alcanzan cotas de poder político, pueden ser los responsables de genocidios y millones de muertos producto de las guerras

Ahora bien, ¿qué tipo de violencia es la más susceptible de ser empleada por los psicópatas? Una distinción tradicional en criminología relacionada con la violencia es la que separa la violencia reactiva de la violencia proactiva o instrumental. La violencia instrumental se refiere a la que se emplea como medio para conseguir otra meta, como venganza, dinero o control de la víctima para abusar de ella (por ejemplo, en términos sexuales)

En cambio, la violencia reactiva se ejerce como respuesta a una amenaza percibida o  una provocación (en inglés se denomina -hot violence-, mientras que la violencia proactiva se designa como «cool violence»)

Se ha señalado que esta distinción —aunque cuenta con detractores, habida cuenta que los sujetos pueden incurrir en una u otra de acuerdo con la situación— puede ser de utilidad en diferentes sectores de la criminología aplicada como el perfil criminológico, el tratamiento de delincuentes violentos y la predicción del riesgo de reincidencia

La investigación actual señala que, si bien los psicópatas incurren en ambos tipos de violencia, sus rasgos de personalidad y de comportamiento los orientan especialmente hacia la violencia proactiva o instrumental, es decir, hacia una agresión premeditada o «fría», dado que el deseo de explotar a los otros, emparejado con la falta de empatía por lo que les puede ocurrir, les permitiría planear con antelación esquemas de engaño y de manipulación con los que conseguir sus deshonestos propósitos

Y ¿quiénes son los criminales con mayor capacidad de actuar de forma depredadora o premeditada, sin que importen el dolor y el sufrimiento de la víctima?

El asesino en serie es el candidato ideal: la persona que mata a dos o más en diferentes momentos temporales, en una discontinuidad anímica que hace que los hechos sean independientes, es decir, que del crimen primero se derive un tiempo de vida normal o integrada que se romperá cada vez que vuelva a matar

Y más…

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ÍNDICE

Prólogo

PRIMERA PARTE

EL PERFIL CRIMINOLÓGICO Y LOS ASESINOS EN SERIE

Capítulo 1

Psicópatas, asesinos y violadores en serie

Capítulo 2

Los pioneros de la escena del crimen y la

ciencia forense

Capítulo 3

Los pioneros del profiling y la etapa

del diagnóstico clínico

Capítulo 4

La escuela del FBI: la Unidad de Ciencias

de la Conducta (BSU)

Capítulo 5

El perfil criminológico en la actualidad

Capítulo 6

 Principios y metodología del profiling

Capítulo 7

La autopsia psicológica y la escena simulada

Capítulo 8

Análisis lingüístico forense: el caso Unabomber

Segunda parte

PERFILES CRIMINALES

Capítulo 9

Asesinos múltiples en un solo acto

Capítulo 10

Ted Bundy, el asesino de la modernidad

Capítulo 11

La extraña muerte de Nagore Laffage

Capítulo 12

Eliot Ness contra el Torso

Capítulo 13

El Hijo de Sam

Capítulo 14

BTK: el hombre que quería ser un asesino en serie

Capítulo 15

El enigma del coronel Williams

Capítulo 16

El Monstruo de Florencia

Capítulo 17

Los ángeles de la muerte

Fuentes y bibliografía

FICHA TÉCNICA:

1 Libro

Pasta delgada en color plastificada con solapas

ISBN 9788434432994

Autor Vicente Garrido Genovés

Editor Ariel

 

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1 comentario:

  1. Libro NUEVOS PERFILES CRIMINALES

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