viernes, febrero 11, 2022

CIUDAD Y LAS LEYES EN GRECIA ANTIGUA

 

LA CIUDAD Y LAS LEYES

Lo que hace a Grecia 2 Seminarios 1983 – 1984

La creación humana III

1 Libro Autor Cornelius Castoriadis

Editor Fondo de Cultura Económica

PRIMERA EDICIÓN

Texto establecido, presentado y anotado por Enrique Escobar,

Myrto Gondicas y Pascal Vernay

Precedido de:

“Castoridis y el legado griego”

De Philippe Raynaud

 

Este volumen reúne los seminarios dictados en 1983-1984 por Cornelius Castoriadis en la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París

Dichos seminarios están dedicados esencialmente al nacimiento, la naturaleza y el funcionamiento de la democracia ateniense, y en particular al singular fenómeno que fue la democracia directa tal como la practicaban los atenienses. Castoriadis muestra cómo ellos supieron cuestionar la idea de que puede haber una competencia específica en cuanto a los asuntos de la ciudad; cuáles fueron las instituciones que crearon, y sobre todo la tragedia, para imponer límites a la democracia; y qué fines se dio esta sociedad, según aparecen en la “Oración fúnebre” pronunciada por Pericles y transmitida por Tucídides

A través de una discusión, en filigrana, de autores antiguos (Sófocles, Heródoto, Platón, Aristóteles) y modernos (Rousseau, Arendt) la lectura de La ciudad y las leyes permitirá advertir hasta qué punto sigue siendo actual la cuestión de la participación de todos en los asuntos comunes: la cuestión de la democracia 

Traducción: Horacio Pons

EN EL PREFACIO

LA CIUDAD Y LAS LEYES es el segundo volumen en que se presentan los seminarios que Cornelius Castoriadis consagró a la antigua Grecia en el marco de su enseñanza en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (ehess) (Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales)

Este volumen se inscribe en un proyecto de publicación de la totalidad de sus seminarios bajo el título de La creación humana, presentado a grandes rasgos en la advertencia de Sujeto y verdad en el mundo histórico - social (2002) y en el prefacio de Lo que hace a Grecia 1. De Homero a Heráclito (2004)

A pesar de la unidad temática que nos impulsó a publicar por separado Lo que hace a Grecia. 1 (en adelante, LQHG 1), la obra era sin lugar a dudas la introducción de un conjunto más vasto. En 1982, luego de un trayecto que lo ha llevado desde hace casi cuarenta años a afrontar algunos de los grandes problemas del siglo xx, pero también a desarrollar una reflexión filosófica más general sobre lo que él llama lo histórico- social, cuyos elementos esenciales se encontrarán en La institución imaginaria de la sociedad (1965-1975), Castoriadis procura, en lo referido al caso de la antigua Grecia, dar una respuesta a esta pregunta: ¿cómo puede una sociedad poner en entredicho su propia institución?

En la enseñanza que proporcionó la materia del primer volumen trata, pues, de comprender esta singularidad: la doble creación hace más de dos milenios, en un lugar específico, dela filosofía y la democracia, los inicios de un movimiento que va a ser “interrogación sin límites sobre la verdad, disputa interminable sobre la justicia”. Para hacerlo, intenta ante todo poner de relieve –en la religión y la mitología griegas, en los poemas homéricos, en Anaximandro y Heráclito– rasgos esenciales de la visión del mundo en que esa aparición encontró su abono. Su núcleo es que hay “génesis y destrucción sometidas a una ley que está más allá del sentido y el sinsentido humanos”. Ser y valor no se confunden, y, al contrario de lo que ha creído casi unánimemente la tradición ulterior, no hay correspondencia entre nuestros deseos y nuestras decisiones y el sermismo

Caos y cosmos, por último, coexisten en la naturaleza y en el mundo humano. (Véanse los informes de enseñanza de 1980-1982 y 1982-1984 reproducidos como anexo I de LQHG 1.)

Recordemos las consecuencias que Castoriadis extraía de ello, y que se enuncian con claridad en un texto elaborado entre 1979 y 1982, “La polis griega y la creación de la democracia” (reeditado en 1986 en Los dominios del hombre), donde esas ideas se expusieron por primera vez: Esta visión condiciona, por así decirlo, la creación de la filosofía. Ésta, tal y como los griegos la crearon y practicaron, es posible porque el universo no está del todo ordenado. Si lo estuviera, no habría la más mínima filosofía, sólo un sistema de saber único y definitivo. Y si el mundo fuera caos puro y simple, no habría ninguna posibilidad de pensar

Pero la visión también condiciona la creación de la política. Si el universo humano estuviera perfectamente ordenado, ya fuera desde el exterior o por su actividad “espontánea”(“mano invisible”, etc.), y si las leyes humanas fueran dictadas por Dios o la naturaleza, e incluso por la “naturaleza de la sociedad” o las “leyes de la historia”, no habría entonces lugar alguno para el pensamiento político ni campo abierto a la acción política, y sería absurdo interrogarse sobre lo que es una buena ley o sobre la naturaleza de la justicia […]. Y si fuera posible un conocimiento cierto y total (episteme) del dominio humano, la política terminaría de inmediato y la democracia sería a la vez imposible y absurda, pues supone que todos los ciudadanos tienen la posibilidad de llegar a una doxa correcta y que nadie posee una episteme de las cosas políticas Interrogación sobre la verdad, interrogación sobre la justicia: los seminarios de 1983-1984 que se presentan aquí (al igual que los de 1984-1986, que son su continuación y se publicarán ulteriormente) se consagran en lo esencial al segundo aspecto, en particular a la creación de la polis democrática y sus diferentes circunstancias

Es indudable que cuando Castoriadis se ocupa una vez más de estas cuestiones en 1982-1984 (pues su trabajo comenzó mucho antes; véase nuestro prefacio a LQHG 1), los documentos esenciales del dossier ya están presentes: de Grote a Glotz o Finley, hay material más que suficiente para nutrir una reflexión sobre los comienzos de la democracia. Pero los veinticinco años transcurridos desde esos primeros seminarios de Castoriadis sobre Grecia estuvieron marcados por progresos muy notables del trabajo arqueológico e histórico, en términos más generales– en lo referido a la ciudad griega, su nacimiento y su modo de funcionamiento. Hemos procurado dar una idea de ellos en las notas complementarias, exponiéndonos inevitablemente al reproche de haberlo hecho de manera insuficiente o excesiva. En todo caso, y cualquiera sea la utilidad del trabajo de los especialistas, es obvio que Castoriadis no buscaba hacerse un nombre en la historia de la filología ni en la de los estudios griegos

Los lectores del primer volumen se acordarán acaso de la observación –en la que falta por desdicha la sonrisa a medias que sin duda la acompañaba– sobre esos “filólogos sin los cuales no se podría decir nada, pero que dicen a veces cosas abominables”… Esto no le impidió profesar la mayor de las admiraciones, y a veces la mayor de las amistades, por más de un miembro de esa corporación. Y, por lo demás, se preocupaba en muy alta medida por la exactitud en el manejo de sus fuentes

Pero tenía sus propias prioridades: lo que le interesaba ante todo en esos seminarios era comprender y ayudar a comprender la increíble novedad de lo surgido en aquel momento de la historia, puesto que la idea democrática, la idea de una participación igual de todos en los asuntos comunes (el proyecto, escribió Castoriadis en otra parte, de una “sociedad cuyas instituciones, una vez interiorizadas por los individuos, facilitan lo más posible su acceso a la autonomía individual y su participación efectiva en cualquier poder explícito existente en la sociedad”), es tan nueva hoy –y, a los ojos de la mayoría de los doctos, tan absurda o peligrosa– como hace veinticinco siglos

Recordemos que, antes del último medio siglo, la democracia griega no tenía muy buena prensa entre los helenistas, con algunas notables excepciones: Grote y un excéntrico como Ménard en el siglo xix; Glotz, Hatzfeld o Zimmern más adelante. Y que, aun entre estos últimos, la democracia directa suscitaba asombro o molestia. El éxito en las décadas de 1960 y 1970 de la escuela de Gernet, Vernant y Vidal-Naquet, sumado luego a la abundancia, durante una veintena de años, de estudios que miraban la democracia ateniense con buenos ojos, o al menos sin hostilidad, favorecida en parte por la influencia de la obra de Moses Finley, eran en el fondo fenómenos bastante sorprendentes. No lo es tanto el hecho de que, con la ayuda del clima de la época, algunos helenistas se afanen hoy en destacar hasta qué punto la tradición representada por Polanyi y Finley subestimó el peso de las motivaciones económicas y el lugar de la “ciudad mercantil” en el mundo griego antiguo; y que ahora haya que dedicarse sobre todo a analizar “lo que no funciona” en la democracia radical ateniense(retomamos aquí los títulos de dos importantes obras, muy representativas de esta “nueva” o, mejor, muy vieja orientación). Por lo demás, la opinión común – conforme en este punto a la realidad de todos los llamados países desarrollados, aun aquellos que se pretenden “democráticos”– sostiene que en el fondo no hay otro valor que el económico, y que gobiernan los pocos y no la multitud, la masa de los ciudadanos que se limita a participar (o no participar) periódicamente en elecciones. Y que la “democracia” es eso mismo

Es indudable que La ciudad y las leyes no participa del clima de la época

Directa o indirectamente –a través, como cabía esperar, de numerosas digresiones que la mayoría de las veces no son otra cosa que maneras un tanto sorprendentes de encaminarse siempre hacia la misma meta–, lo que dice Castoriadis gira en todo momento alrededor de una misma cuestión, la del pasado y el futuro de una “sociedad donde todos los ciudadanos tienen una posibilidad concreta igual de participar en la legislación, el gobierno, la jurisdicción y, en definitiva, la institución de la sociedad”; en síntesis, la de la verdadera democracia, antigua y moderna*

La ciudad y las leyes reúne casi todos los seminarios de los últimos meses del ciclo lectivo 1982-1983, así como otros tres de 1983-1984, pues su continuidad temática es evidente. Faltan para el final del ciclo 1982-1983 dos seminarios: los últimos, del 8 y el 15 de junio de 1983, de los que por desdicha no hemos podido encontrar ni transcripción ni grabación; ocurre lo mismo, en el ciclo lectivo 1983-1984, con los seminarios del 2 de diciembre de 1983 y el 11 de enero de 1984

En el caso de este ciclo hemos descartado siete seminarios, de los que, no obstante, hay huellas: los cuatro primeros (9, 16, 23 y 30 de noviembre de 1983), donde encontramos una introducción general al pensamiento de Castoriadis que, en ese nuevo contexto, rompía el hilo general de la exposición, y los del 18 de abril, y el 2 y el 9 de mayo de 1984, dedicados en lo fundamental a Safo y la antropogonía en Esquilo y Sófocles, dado que estos seminarios, reelaborados por el autor, se publicaron ya en 1999 en la compilación póstuma de Figuras de lo pensable

Planeamos presentar transcripciones de esos siete seminarios en el sitio de la Association Castoriadis, con remisión a los textos publicados donde se abordan los mismos temas

Como en los volúmenes anteriores, no hemos vacilado en hacer correcciones de forma cuando nos pareció necesario, sin dejar de velar por la presentación más fiel posible del pensamiento del autor

El lector, reiteramos, no tiene siempre frente a sí lo que Castoriadis “dijo” literalmente, y ni siquiera lo que habría “escrito”, pero sí, a no dudar, lo que Castoriadis pensaba. Nos hemos explayado lo suficiente al respecto en la advertencia de Sujeto y Verdad

Las diferentes convenciones son en su mayor parte las que hemos seguido en el caso del primer volumen de Lo que hace a Grecia

En lo que toca a la transliteración del griego, no indicamos ni las iotas suscritas ni los acentos; sólo hemos tenido en cuenta las cantidades al tratarse de las vocales e y o (e = e; è = h; o = o; ô = w)

Las contadas anotaciones marginales del autor sobre las transcripciones de Zoé Castoriadis, integradas las más de las veces al cuerpo del texto, se llevaron en ocasiones a una nota al pie; siempre las precede la mención Anotación en el manuscrito y figuran entre corchetes rectos: [ ], a fin de distinguirlas de las notas de los editores (en lo esencial, complementos bibliográficos), señaladas por corchetes angulares: < >. También se señalan entre corchetes angulares, en el cuerpo del texto, unas pocas lagunas de la transcripción o ciertas opciones de los editores donde ésta plantea problemas de lectura

Michel Casevitz y Alice Pechriggls nos dieron otra vez muestras de su amistad al releer nuestro trabajo. Les agradecemos sus observaciones y consejos. Nuestra gratitud, también, para Zoé Castoriadis, cuyas transcripciones nos aportaron una vez más la materia prima sobre la cual trabajamos; para las fundaciones Niarchos y Costopoulos, por sus contribuciones económicas, así como para Philippe Raynaud, que nos ha permitido reproducir aquí el texto de su intervención en el coloquio de Cerissy de 2003, consagrado a la obra de Castoriadis

Desgraciadamente, Pierre Vidal-Naquet ya no está entre nosotros. No hace falta decir, sin duda, cuánto lo echamos de menos

E. E., M. G. y P. V.

ÍNDICE

Prefacio

Castoriadis y el legado griego, de Philippe Raynaud

Ciclo lectivo 1982-1983

XIV. Seminario del 16 de marzo de 1983

XV. Seminario del 23 de marzo de 1983

XVI. Seminario del 13 de abril de 1983

XVII. Seminario del 20 de abril de 1983

XVIII. Seminario del 27 de abril de 1983

XIX. Seminario del 4 de mayo de 1983

XX. Seminario del 11 de mayo de 1983

XXI. Seminario del 18 de mayo de 1983

XXII. Seminario del 1º de junio de 1983

Ciclo lectivo 1983-1984

VIII. Seminario del 25 de abril de 1984

XI. Seminario del 16 de mayo de 1984

XII. Seminario del 23 de mayo de 1984

Notas complementarias

Índice analítico

FICHA TÉCNICA:

1 Libro

381 Páginas

En formato de 22 cm

Pasta delgada en color plastificada

Primera edición 2012

ISBN 9789505579082

Autor Cornelius Castoriadis

Editor Fondo de Cultura Económica

 

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2 comentarios:

  1. BIOGRAFÍA DE CORNELIUS CASTORIADIS

    Cornelius Castoriadis (Atenas, Grecia, 1922 – París, Francia, 1997)
    Realizó estudios de ciencia política, economía y derecho en la Universidad de Atenas. En 1945 se trasladó a París y en 1949 fundó el grupo y la revista Socialisme ou Barbarie en los que participó hasta su disolución en 1965. Entre 1948 y 1970 trabajó como economista en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a partir de 1974 comenzó a ejercer como psicoanalista y en 1979 fue electo director de estudios de la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París
    Entre sus obras se cuentan: La sociedad burocrática, La experiencia del movimiento obrero, La institución imaginaria de la sociedad, El ascenso de la insignificancia y Una sociedad a la deriva. Entrevistas y debates (1974-1997).
    Fondo de Cultura Económica ha publicado Figuras de lo pensable (2001), Sobre «El Político» de Platón (2003), Sujeto y verdad en el mundo histórico - social. Seminarios 1986-1987. La creación humana I (2004), Lo que hace a Grecia, 1: De Homero a Heráclito. Seminarios 1982-1983. La creación humana II (2006), Ventana al caos (2008) y La ciudad y las leyes. Lo que hace a Grecia, 2. Seminarios 1983-1984. La creación humana III (2012)

    BIOGRAFÍA DE CORNELIUS CASTORIADIS

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  2. Libro CIUDAD Y LAS LEYES EN GRECIA ANTIGUA

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