ENTRA UNA PACIENTE SALE UNA DENUNCIA
El engranaje médico, jurídico y religioso que
permite los procesos penales contra pacientes
1 Libro Autor María Lina carrera;
Natalia Saralegui Ferrante y Gloria Orrego – Hoyos
Editor Siglo XXI
LIBRO POR ENCARGO
Del hospital a la cárcel. Mandatos, miedos y religión
en las denuncias de médicos a
pacientes
¿Se
puede hacer una denuncia policial contra una paciente que acude al hospital
buscando ayuda médica en una emergencia (por ejemplo, con un aborto en curso)
porque alguien entiende que esa paciente cometió un delito? No, dice la ley.
No, ratificó la Corte Suprema. No, establecen los tratados internacionales a
los que la Argentina reconoce rango constitucional. Sin embargo, se hace
De
muchos hospitales salen las denuncias que toman cuerpo en distintas instancias
judiciales e incluso llegan a condenas y encarcelaciones. En ese verdadero
engranaje se combinan la escasa formación de los médicos y abogados sobre el
tema, sus temores, las condiciones de trabajo en los hospitales y en los tribunales,
y la intervención militante de la Iglesia católica en los centros de salud
Las
autoras de Dicen que tuve un bebé –el libro que descorrió el velo sobre la
criminalización de mujeres por eventos obstétricos en la Argentina– realizaron
más de cien entrevistas en todo el país, recorrieron hospitales, revisaron
planes de estudio de las carreras de Medicina y Derecho, miraron expedientes. Y
devuelven aquí un retrato minucioso del proceso de violación del secreto médico
que puede extrapolarse a otros países de la región e incluso a otros grupos
sociales usualmente violentados, como las personas migrantes o el colectivo
LGBTTIQ+
Entre
la rigurosa investigación académica y el activismo jurídico un enfoque que está
renovando el ejercicio del derecho, del que las autoras son parte, este libro
viene a subrayar una constatación que no puede dejarnos indiferentes: para
atender el problema de la salud sexual y reproductiva no basta con ampliar la
cobertura de servicios, ni con sensibilizar a las mujeres para que asistan a la
consulta médica. Además, es clave prestar atención a las formas en que el
sistema las recibe cuando ellas se acercan a pedir ayuda
INTRODUCCIÓN
Qué tenemos para decir El obstetra de guardia me recibió y me dijo
“con qué te pinchaste, qué te tomaste, qué te hiciste”
El mismo que le dijo a mi papá que tenía que
hacer la denuncia (Yamila, Rosario)
Personal médico hizo ingresar a la policía a la sala de parto,
la operaron sin anestesia y la imputaron
por aborto (María Magdalena, Tucumán)
Cuando
llegan a su casa, los médicos revisan a Inés y la llevan al hospital. La
esposan a la cama Así comienza su causa penal por el delito de homicidio agravado
por el vínculo (Inés, Buenos Aires)
*
* *
Al
conocer estos testimonios, la pregunta surge enseguida: ¿se puede denunciar a
la policía a una paciente que acude al hospital buscando ayuda médica en una
emergencia porque alguien entiende que esa paciente cometió un delito? No, dice
la ley pero, como demostraremos en este libro, se hace
Y
no solo en el caso de eventos obstétricos
En
febrero de 2022, en el marco de un reparto de cocaína adulterada en el oeste
del Conurbano bonaerense que terminó con decenas de personas muertas y otras
internadas de gravedad, las palabras de Gabriela Torres, titular de la
Secretaría de Política Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR),
se replicaron en los medios y las redes sociales:
Hay
que acompañar a los que están en su casa sintiéndose mal y no se animan a ir a
un hospital porque, como se discriminan tanto los problemas de consumo, tienen
miedo
¿Qué
es lo que permite el engranaje de la denuncia médica contra pacientes y su
tolerancia judicial?
El
Código Penal es claro al establecer que la divulgación sin justa causa de
cualquier información que profesionales y otros intervinientes de la medicina
hayan conocido en el marco de la consulta médica es un delito
En
efecto, en su artículo 156 condena a quien “teniendo noticia, por razón de su
estado, oficio, empleo, profesión o arte, de un secreto cuya divulgación pueda
causar daño, lo revelare sin justa causa”.1
1
La figura prevista por el art. 156 del Código Penal es un delito de acción
privada (art. 73, inc. 2 del Código Penal); es decir, requiere el impulso de una
querella para su investigación. Esto puede explicar la falta de denuncias y
procesos por violación al secreto médico profesional.
Hay
una sola persona que puede autorizar que la información trascienda: la
paciente.
Pero
¿qué es la “justa causa”? Es, en definitiva, un juego de valores. La justa
causa implica la existencia de un interés público por la revelación de ese
secreto que esté por encima del interés que se protege con el secreto. Tiene
que existir un interés lo suficientemente importante para que, en el balance con
los derechos de la paciente, justifique la ruptura del pacto de
confidencialidad, esencial en la relación médico - paciente
Según
la última interpretación que hizo la Corte Suprema de Justicia de la Nación
sobre la norma en 2010, la justa causa no puede basarse en la convicción
individual del personal médico de que se encuentra frente a un delito
No
existe en el caso ningún otro interés en juego, pues no mediaba peligro alguno
ni había ningún proceso lesivo grave en curso que fuese necesario detener para
evitar daños a la vida o a la integridad física de terceros, de modo que cabe
descartar toda otra hipótesis conflictiva (CSJN, Baldivieso)
El
interés del Estado en perseguir delitos no configura nunca la justa causa
pedida por la norma, ni es motivo suficiente para la violación del secreto. En
ese marco, el secreto médico y el deber de guardar confidencialidad es la
regla. Las causas para traspasar esa frontera, la excepción.
Pero,
como veremos en este libro, esto no se replica en la realidad. Y la denuncia
como punto de origen de los expedientes penales en casos de criminalización de
eventos obstétricos y en aquellos relacionados con el consumo, la tenencia o el
comercio de drogas continúa siendo una constante.2
2
Para ampliar este punto, véanse Carrera, Saralegui Ferrante y OrregoHoyos
(2020) y el informe La criminalización por aborto y otros eventos obstétricos
en la Argentina elaborado por Carrera, Orrego-Hoyos y Saralegui Ferrante junto
con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Campaña Nacional por el
Derecho al Aborto (CNDA) y el Centro Universitario de la Universidad de San
Martín (Cusam) (CELS y otros, 2020)
¿Dónde
se ubica el punto de inflexión que permite que estas denuncias tengan éxito? El
camino es demasiado extenso y en algunos casos permanece impune en todo su
recorrido, desde los hospitales hasta los tribunales. ¿Acaso el cuerpo médico
denuncia por miedo o denuncia por convicciones morales o religiosas? ¿Denuncia
por obligación? ¿Obligado por quién? ¿Qué pasa en los tribunales? ¿Por qué a
veces las defensas no lo plantean ni las y los operadores judiciales lo
advierten?
Durante
la investigación sobre la criminalización de eventos obstétricos que culminó
con la publicación del libro Dicen que tuve un bebé, en 2020, se puso en
evidencia que en la Argentina existe una parte del personal médico que denuncia
a pacientes por hechos que se revelan dentro de la consulta médica, a la que
muchas mujeres y niñas llegan de urgencia, en grave estado, a veces inconscientes
o con riesgo de muerte
Aunque,
como adelantamos, esto se da sobre todo en dos grupos de conductas
criminalizadas –aquellas asociadas al ejercicio de derechos sexuales y
reproductivos, y las vinculadas al consumo o tenencia de drogas–, podrían
extenderse también a otros casos. Como veremos en estas páginas, sus
repercusiones llegan a los efectos que puede tener la revelación del secreto
en, por ejemplo, personas migrantes o poblaciones altamente violentadas como
las del colectivo LGBTTIQ+.
Además,
sus efectos nocivos se mantienen, incluso después de la aprobación de la Ley de
Interrupción Voluntaria del Embarazo en diciembre de 2020.
El
motor que dio vida a esta investigación fue un cúmulo de dudas. Una catarata de
preguntas sobre el por qué y el cómo las denuncias a pacientes se gestan en los
pasillos de los hospitales, toman cuerpo en los tribunales y se traducen en expedientes
penales, detenciones, condenas.
Entra
una paciente con emergencia obstétrica, sale una denuncia. Esa es nuestra
puerta giratoria, la que guía esta investigación. Porque va en contra de lo que
dice la ley, porque se opone a los criterios vigentes de la Corte Suprema,
porque contraría los mandatos que emanan de los tratados internacionales
incorporados a la Constitución nacional. A pocos les sorprende, las agencias
judiciales lo avalan
*
* *
“¿Qué
van a decir sobre secreto médico que no se haya dicho?”
La
pregunta es de una abogada, referente en derecho penal. Trabaja hace años en la
justicia y da clases en faculta- des
de Derecho. La pregunta sorprende, aunque no tanto
Las
conversaciones sobre secreto médico profesional durante las últimas décadas han
sido, en efecto, extendidas
Pero
su interpretación ha sido y es variada. Hay quienes consideran que el personal
médico de hospitales públicos, por tratarse de funcionarios públicos, tiene la
obligación de denunciar cualquier hecho delictivo del que tome conocimiento,
aunque sea en el marco de la consulta médica. Otros piensan que, ante la duda,
hay que dar aviso a la policía
Entre
ellos están, también, quienes creen que dar aviso no es denunciar.
A
pesar de que, como señalamos, un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación refuerza con claridad la obligación de guardar el secreto profesional
para todo el personal de salud, las historias de personas criminalizadas a
partir de denuncias médicas se repiten en todo el país. Y la persistencia del
problema es invisible, tanto porque no se conoce como porque no se discute en
los hospitales y los tribunales, y menos en las universidades.
Desandar
el camino de la denuncia Con esta mochila de interrogantes a cuestas comenzó
esta investigación realizada con el apoyo del O’Neill Institute for National
and Global Health Law de la Universidad de Georgetown. Durante más de dos años
indagamos sobre las posibles causas de la problemática a fin de construir un
panorama federal que permitiera aproximar una o varias respuestas
El
primer acercamiento para intentar comprender este fenómeno se hizo conversando
con sus protagonistas. Para el desarrollo de la investigación, realizamos más
de cien entrevistas a profesionales de la salud y del derecho en nueve provincias
argentinas en las que indagamos, principalmente, sobre la formación profesional
y el trabajo diario vinculado al secreto médico profesional. Si bien la gran
mayoría de las personas entrevistadas se desempeña o desempeñó en
establecimientos de salud del ámbito público, también conversamos con quienes
trabajan en instituciones privadas y en diferentes agencias del sistema
judicial.
Las
entrevistas se realizaron con preguntas estandarizadas y con el método de
feedback, tomando cada encuentro como fuente inagotable de información para
reconstruir los discursos, hechos y situaciones en torno al secreto médico
profesional. Adicionalmente, mantuvimos más de treinta conversaciones con otros
efectores de la salud y referentes en la temática.3
3
En todos los casos, los nombres de las personas fueron reservados (excepto en
aquellos que consintieron que se las incluyera), y en algunos, los géneros
fueron modificados para garantizar la protección de su identidad, especialmente
en las localidades más chicas
Este
no es un libro: ENTRA UN PACIENTE SALE UNA DENUNCIA; sobre
doctrina penal o políticas públicas vinculadas al secreto médico profesional.
El objetivo es mucho más concreto: visibilizar un fenómeno que ocurre a la
vista de todos y todas, pero aún permanece oculto. Es un libro que indaga en
las percepciones de protagonistas de mundos opacos, de difícil acceso:
hospitales, tribunales, capillas y universidades. Este libro, como primera
exploración en universos tan poderosos como a veces hostiles, tiene por
objetivo poner la lupa en las agencias que tienen el poder de criminalizar a
personas que entran a las guardias en busca de atención médica y salen con sus
nombres impresos en expedientes penales
Sobre
la organización de este trabajo, en primer lugar, ponemos el foco en el
hospital, el lugar donde surgen las denuncias, para explorar el entramado de
relaciones que arman la estructura de poder sobre la cual se erige la atención
médica
En
segundo lugar, miramos la justicia y el modo en que se abordan los casos
identificados de violación a la garantía de secreto médico profesional
Luego,
analizamos el rol del activismo religioso en los hospitales, y la presencia de
determinados símbolos y espacios –crucifijos, capillas, estampitas, carteles–
en los centros de atención de la salud. De ese modo, reflexionamos sobre la manera
en que estos elementos influyen, o no, a la hora de decidir denunciar
En
el quinto capítulo indagamos sobre la formación del personal médico y de las
personas que integran las agencias judiciales, el tipo de capacitación que
reciben sobre secreto médico profesional, el papel que juegan las residencias
médicas y los contenidos que en ellas se enseñan. A continuación, aportamos una
serie de reflexiones para pensar el problema e imaginar alternativas
superadoras, y agregamos un decálogo para el personal de la salud con pautas de
trabajo respetuosas del secreto médico. Por último, presentamos un cuadro con normativa
y jurisprudencia sobre la cuestión para que pueda ser utilizado como herramienta
práctica de consulta
En
el contexto actual de plena discusión alrededor de los derechos sexuales y
reproductivos, en la Argentina y en muchos países de la región, esta
investigación viene a subrayar otra constatación de fondo: para atender el
problema de la salud sexual y reproductiva no basta con ampliar la cobertura de
servicios de salud, ni tampoco es suficiente con sensibilizar a las mujeres
frente a la importancia de asistir a la consulta médica (Carrera, Orrego-Hoyos
y Saralegui Ferrante, 2021)
Además,
es clave prestar atención a las causas estructurales que afectan la prestación
de estos servicios de salud cuando las mujeres acuden a ellos
Por
último, no pretendemos que los resultados de esta investigación sean
generalizables: el fenómeno que es objeto de nuestro estudio debe analizarse en
cada lugar, según las agencias involucradas y sus circunstancias particulares.
Esperamos que lo aquí recogido pueda ayudar a reflexionar sobre las prácticas
diarias a la luz de la normativa que rige el secreto médico profesional y
desafiar las dinámicas de criminalización
Ahora,
¿por dónde empezar?
ÍNDICE
Introducción
Qué
tenemos para decir
1.
DE DÓNDE PARTIMOS
= El
inhumano dilema: la muerte o la cárcel
2.
= El
hospital. “Teníamos instrucciones
de
dar parte a la policía”
=
“Los médicos están obligados a realizar
la intervención policial”
=
“La dinámica hospitalaria te pasa por
encima”
El
factor miedo
= Subjetividades,
creencias y costumbres
= Los
comités hospitalarios de ética
=
“Cuando te sentís acompañada, podes
acompañar mejor”
3.
LA JUSTICIA
=
“El deber de confidencialidad
no
se sanciona en la justicia cuando es violado
por
los médicos”
=
“El interés público siempre prevalece”
= Respuestas
de criminalización desde la Patagonia
al Norte argentino
=
“¿Para qué nos mandan a estudiar?”
=
“No es una cosa que todo el mundo tenga tan
clara”
=
“La justicia nunca creyó en mi palabra”
=
“No voy a descolgar ninguna cruz”
4.
LA IGLESIA CATÓLICA
“Cada
hospital tiene su capellán”
= El
reino de las embarazadas
= Sin
lugar para cultos diferentes
=
“Rezaba para que cambiara de postura”
5.
LA FORMACIÓN PROFESIONAL
=
“Sobre secreto médico en la facultad,
no, cero
Olvídate.
Básico, básico”
=
“No tuve ninguna formación”
=
“Cuando yo era residente nos obligaban
a denunciar”
= Callar
es peligroso
=
“A Baldivieso todavía no lo utilizamos”
6.
“NO SOMOS JUSTICIEROS, SOMOS
PROFESIONALES DE LA SALUD”
= No
es solo el hospital
= Educar
para desarmar los estereotipos
= De
la mano de dios
= Políticas
públicas, protocolos y normativa
sin contradicciones
= Acompañamiento:
cuidar de quien cuida
= Decálogo
para profesionales de la salud
sobre
pautas de trabajo respetuosas
del
secreto médico
= Anexo.
Cuadro de normativa, jurisprudencia
y
otros documentos de referencia
Agradecimientos
Bibliografía
FICHA TÉCNICA:
1
Libro
168
Páginas
En
formato de 14 por 21 por 1.1 cm
Pasta
delgada en color plastificado
Primera
edición 2023
ISBN
9789878012117
Editor
Siglo XXI
FAVOR DE PREGUNTAR
POR EXISTENCIAS EN:
Correo
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Quedamos
a sus órdenes
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